viernes, 28 de agosto de 2009
Espectáculos
Miércoles 29.04.2009 Avanzado Archivo
Fue la primera vez que se proyectó un film en la sala montevideana
Homenajes y emoción en el Solís
Boy Olmi presentó su ópera prima, Sangre en el Pacífico, con China Zorrilla, en el emblemático teatro
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Miércoles 29 de abril de 2009 | Publicado en edición impresa
Olmi, con el altavoz encendido del celular, compartió un desopilante diálogo con la actriz uruguaya
Por Nelson Fernández
Corresponsal en Uruguay
MONTEVIDEO.- Fue el premio a la perseverancia: tanto por el estreno de una obra soñada durante mucho tiempo, como por el contacto hilarante mediante un teléfono celular que Boy Olmi mantuvo desde el escenario del Teatro Solís con China Zorrilla.
Y así, con una uruguaya en Buenos Aires y un argentino en Montevideo, el director y la actriz de Sangre del Pacífico mantuvieron un "íntimo" diálogo telefónico, mientras el altavoz del celular de Olmi permitía que la platea disfrutara de las ocurrencias de China. Fue anteanoche en el principal teatro uruguayo, cuando se presentó la ópera prima de Boy Olmi con un homenaje a China Zorrilla y al destacado actor oriental Delfi Galbiati, en una emotiva función por la que sobrevoló, sin que se mencionara por sus nombres y consecuencias, el conflicto diplomático que enfrenta a los dos países.
"Cada vez que vengo a Uruguay, soy feliz ? mi hijo comenzó a caminar en Uruguay", dijo Olmi visiblemente emocionado.
Zorrilla no podía recibir la placa de homenaje porque una gripe le impidió llegar a Montevideo. Pero Boy no se conformó y quiso suplir su ausencia con una llamada telefónica. Pero China tenía el teléfono ocupado. Olmi pidió paciencia, estiró sus palabras e insistió es "la última" un par de veces. Hasta que la platea estalló en un aplauso cuando se escuchó la voz afónica que decía: "Soy China". Fueron minutos de tensión y emoción. "No quiero más aplausos, estoy muy emocionada; tenía que estar ahí. Cosa rara en mí, estoy triste y enferma: yo que soy alegre y sana", dijo China y hubo una risa general.
Olmi expresó su cariño por Uruguay ("creo que son gente superior los uruguayos") y su deseo de que puedan "restañar las heridas de ese puente" cortado, en alusión al cruce entre Gualeguaychú y Fray Bentos, que sigue bloqueado.
Galbiati, protagonista de Sangre en el Pacífico y una de las grandes figuras del teatro uruguayo, con más de 100 obras estrenadas, se emocionó hasta las lágrimas y destacó que la filmación había sido un tiempo "maravilloso".
Poesía
El film combina imágenes de San Luis, Buenos Aires y un Punta del Este que no se ve como tal, sino como un rincón peruano. De ese Perú del que parte Charito (muy bien interpretada por Emilia Paino) en busca de una mejora económica como mucama, para sacar a su hijo de la selva de su país. Ese Perú en el que Jorge, un viejo artista (personificado por Galbiati) ha echado raíces y donde anhela filmar antes de morir una película sobre las guerras de independencia latinoamericana.
El film tiene poesía, transmitida con hermosas imágenes y una música que envuelve el clima delirante del protagonista, una mezcla de Don Segundo Sombra y el Quijote. China Zorrilla sacude con la dureza del trato a la mucama peruana; Sara, la hija de Jorge (Ana Celentano), busca ayudar a su padre en la batalla contra fantasmas del pasado.
La fiesta cultural, el reencuentro rioplatense, terminó con abrazos y emociones. En una noche especial: la primera función de cine en el emblemático teatro montevideano, el Solís.
CLARIN
CINE: "SANGRE DEL PACIFICO", DE BOY OLMI, SE PRESENTO EN URUGUAY
Preestreno del otro lado del río
Fue en el Teatro Solís de Montevideo, ícono desde hace 152 años, donde se proyectó por primera vez un filme.
Por: Marina Zucchi
Fuente: MONTEVIDEO. ENVIADA ESPECIAL
OLMI EN SU OPERA PRIMA ACTUAN PICKY, DE "EXPEDICION ROBINSON", Y CHINA ZORRILLA.
Lo que arrancó como un rodaje "juguetón" con una Super 8, se volvió opera prima: Boy Olmi escribió y dirigió Sangre del Pacífico y no sólo se atrevió a ser su propio agente de prensa sino que gestionó un hecho histórico: que en el Teatro Solís de Montevideo, ícono desde hace 152 años, se proyecte un filme allí por primera vez.
Mientras la ciudad se conmovía con la noticia de Mario Benedetti internado, unas 800 personas asistieron a la función que iba a aprovecharse como excusa para un homenaje a China Zorrilla de vuelta "en casa" (ver Una China...) y para su compatriota Delfi Galbiati, protagonista del filme. Así, anteanoche Olmi estrenó en esta cuna lírica arquitectónicamente impecable, la historia que llegaría a los cines argentinos en septiembre.
Como si fuera dueño del "Colón uruguayo", el actor jugó a ser anfitrión, escoltado por su esposa Carola Reyna, y se dio el gusto de una función privada a teatro lleno. "Toda mi vida me sentí director. Fue como recrear esos juegos de infancia con mi hermano. La historia se inició de una manera artesanal y siento que fueron más de 20 años de experimentación para llegar a este momento", contó eufórico Olmi.
Protagonizada por Delfi Galbiati -símbolo uruguayo con más de 40 años de oficio-, Ana Celentano, Emilia Paino y Ezequiel Díaz, y con la participación de China, la trama ancla en la vida de un artista y cineasta que busca rodar un filme de guerras de independencia latinoamericana y se topa con una jovencita peruana que será su mucama. Habrá que abrir bien los ojos para enhebrar una historia que combina partes oníricas, visiones y fantasías de los personajes y una mirada sobre el amor y las formas de esclavitud actual.
"Pasé años buscando el actor adecuado: hace ocho años comencé el guión y necesitaba a una especie de caballero andante con esa imagen de Quijote. Por recomendación de China vine al Solís y me topé con Galbiati haciendo de patriarca -detalla-. Es lo que se podría llamar cine de autor: la escritura del guión marca algo de la personalidad del guionista y director. Es una película compleja, pero no hermética. Tiene que ver conmigo desde la forma. Es de enorme clasicismo y por otro lado propone ruptura y experimentación", define quien no se siente atado "a una sola forma expresiva". "¿Soy productor, conductor, actor, director?, me pregunto. Y lo que hago en definitiva en todo eso es un ejercicio creativo". Reyna desistió de participar con un personaje especialmente escrito ("preservó nuestra relación en situaciones tensas propias de un rodaje", explicó Boy). En el filme se ven otros guiños, como un cameo de Fernando Peña.
Con la llegada al Solís de este proyector japonés que estrenó Olmi y que lo hizo entrar en la historia del coloso (un aparato diez veces de mayor calidad que un plasma) en Montevideo iniciarán las transmisiones en vivo de la ópera del Metropolitan de Nueva York.
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Una China en el teléfono
"Estaba el novio en el altar y faltó la novia", definió Olmi a punto de presentar su opera prima. Es que tras varios días en que los medios uruguayos anunciaban la presencia de China Zorrilla en el Teatro Solís, "la novia de Montevideo", como le llaman muchos, no viajó por un cuadro de fiebre.
Igual, la actriz se las ingenió para aparecer: en pleno homenaje y antes de la proyección del filme, Olmi la llamó vía celular, en el escenario, y luego de varios intentos fallidos ("Estará hablando con Obama", piloteó él y el público festejó), una voz agrietada por la gripe pero fácilmente reconocible disparó una ovación: "Soy China". Y prosiguió: "Lo que significa para mí no poder estar. ¡Hice algo que hace mucho no hacía, enfermarme!", arrancó carcajadas. "Es un momento triste no poder estar al lado de Boy y del buen mozo de (Delfi) Galbiati. Pero estoy con el corazón abrazándolos". Dos años atrás había sido ella quien recomendó al director el protagónico de su compatriota Galbiati.
oogle
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